El rector Horacio Labastida, en la sesión del Consejo Universitario que comentamos, después de afirmar que el proyecto de creación de la Escuela de Físico Matemáticas no era “un proyecto improvisado”, sino un proyecto bastante meditado y maduro, formulado “por un especialista tan competente como es el lng. Luis Rivera Terrazas”, agregó que dicho proyecto “fue presentado al doctor en Ciencias Físico Matemáticas Carlos Graef Fernández, quien lo encontró excelente y muy completo”.
Al elogiar en esos términos al Ing. Rivera Terrazas, Labastida Muñoz no hacía otra cosa que externar un reconocimiento justo al principal impulsor del proyecto multicitado, quien por esa época prestaba sus servicios en el Observatorio Astronómico de Tonanzintla, y ya se había distinguido por su acucioso espíritu científico, y, sobre todo, por su sueño en crear en Puebla una institución que formase una comunidad científica mexicana a la altura de las exigencias de los tiempos.
Es imposible, en síntesis, separar la génesis de la Escuela de Físico Matemáticas (ECFM) de la entusiasta participación de Luis Rivera Terrazas y del grupo de personalidades que le acompañaron en dicho proyecto, los primeros estudiantes de la ECFM fueron: Virgilio Beltrán López, Arnulfo López Amado, Augusto Moreno Moreno, Eugenio Ley Koo, Germán Martínez Hidalgo, Ingrid Cederwall, Lia Ancona y Rafael García Juárez.
A pocos años de fundarse la ECFM, al no haber suficiente personal docente capacitado para impartir las materias de la carrera de Matemáticas, se optó por cerrar a esta última temporalmente y mandar estudiantes que ya la estaban cursando a concluir sus estudios en la UNAM, con el plan de que después se reintegraran y la reabrieran.
El 9 de abril de 1954, la academia de docentes presentó al Honorable Consejo Universitario una petición encaminada a convertir la escuela en facultad, solicitando al mismo tiempo que el título otorgado por la misma fuese el de Maestra o Maestro de Ciencias Físico Matemáticas, con la especialidad en Física. Sin embargo cinco meses más tarde la misma academia de docentes pidió que el grado otorgado fuese simplemente el de física o físico, pues la connotación habitual de la palabra maestra o maestro causaba confusión. Sin embargo el máximo órgano de gobierno no aprobó el cambio arguyendo, entre otras cosas, que la idea al fundar la escuela había sido justamente la de formar docentes en Física y Matemáticas.
De modo muy general, podríamos decir que las principales etapas en la vida de la escuela son las siguientes:
1950 - 1955
Durante los primeros años de su existencia, no obstante sus limitaciones de recursos y de personal, la escuela vivió un ambiente favorable de desarrollo académico. Esta etapa se caracteriza, sobre todo, por el entusiasmo y la entrega de los fundadores.
1955 - 1961
A partir de 1955 se presenta un periodo de crisis que se prolonga hasta 1961, situación derivada principalmente de la carencia de una planta de docentes que tuviese el nivel y el entusiasmo de quienes fundaron la escuela.
1961 - 1966
El Movimiento de Reforma Universitaria que estalla en 1961 propicia que la escuela viva uno de sus periodos más florecientes, dado que se fortalece la planta académica. Entre sus profesores se encuentran el lng. Luis Rivera Terrazas, y algunos de sus primeros egresados que acuden al extranjero a proseguir sus estudios. Entre ellos se encuentran renombrados científicos como Virgilio Beltran López, Eugenio Ley Koo, y algunos profesores invitados por ellos como Leopoldo García Colín (Premio Nacional de Ciencia 1964), Eleazar Brown (Premio Nacional de ciencia 1978), Roberto Alexander y Asdrubal Flores. Esto hizo de ECFM un importante centro reconocido y visitado por personas científicas de México y de otros países, en la que además se impartían cursos avanzados a los que asistían estudiantes de todo el país.
1966 - 1967
En este periodo la escuela vive una etapa azarosa. El alto grado de desarrollo científico que rápidamente estaba alcanzando la ECFM y el hecho que su comunidad de investigadores se preocuparan por su entorno, fue motivo de preocupación para las más oscurantistas fuerzas del estado y del país, algunas de ellas de las más altas esferas de la política. Son años de retroceso de su vida académica, en los cuales un grupo de enemigos de la reforma universitaria vuelven a adquirir una fuerza notable en la institución y se proponen destruir los logros y avances conseguidos. No es casual que entre sus principales blancos figure la escuela de Físico Matemáticas, por ser esta un símbolo de la modernización académica de la institución.
En 1966, entre mayo y junio, la escuela está a punto de desaparecer. No solo es destruido su patrimonio, sino que al personal docente les es retirado el salario y son hostigados y agredidos verbal y físicamente. Ante estas agresiones, renuncian y son seguidos por estudiantes que logran inscribirse en el IPN y la UNAM.
1967 - 1972
En 1967 la escuela logra reabrir sus puertas. En no pocos aspectos se tiene que partir de cero, dado que fue prácticamente desmantelada. Se está como en el comienzo, con el antecedente negativo de los sucesos de 1966, que colocan a Puebla como una ciudad retrógrada y peligrosa ante la opinión científica nacional, por lo que se dificulta la contratación de personal académico calificado.
1972 - 1978
La actual etapa se inicia prácticamente en los años 1972 Y 1973, con la consolidación del Movimiento de Reforma Universitaria. Desde esa época se dan numerosos cambios, esta vez no sólo dentro de la facultad, sino en toda la universidad. Ahora si existe un ambiente propicio para emprender con nuevos bríos diversos proyectos modernizadores.
En 1972 se funda la carrera de Electrónica, y en 1973 la de Computación y en ese mismo año es reabierta la de Matemáticas.
Entre 1974 y 1975 hay notables avances, aunque también se presentan todo un cúmulo de nuevos problemas, entre ellos, los generados por la creación del gobierno colectivo, que propiciara que la autoridad se disperse y quede sujeta a los vaivenes de la voluntad estudiantil.
1978 - 1992
En este periodo, la Escuela de Ciencias Físico Matemáticas ha logrado la paz necesaria para emprender proyectos ambiciosos de transformación académica y para realizar programas de investigación. En 1982, se crea la maestría en matemáticas lo que propicia que en 1992 sea reconocida como facultad.
1993
De 1993 a la fecha se ha creado el doctorado en matemáticas y la maestría y doctorado en optoelectrónica.
1995
En 1995 se separaron los colegios de electrónica y computación para convertirse en unidades académicas independientes.
No obstante las vicisitudes mencionadas, la Facultad de Físico Matemáticas ha logrado convertirse en una de las principales escuelas de ese tipo del país.
En 1995 se separaron los colegios de Computación y de Electrónica para pasar a formar las actuales facultades de Ciencias de la Computación y de Ciencias de la Electrónica.