poesía

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     ARTÍCULO ÚNICO

        queda estrictamente prohibido,
        a cualquier conjunto no vacío
       de palabras,
       organizarse bajo cualquier sintaxis
       para expresar ideas
       menores que cero


                      Fernando Rojas. sep/96



   ALGO ASÍ

      los afanes
      llegan a veces a vengar añoranzas
      traen la peste entre dientes

     alguien dice que sabe que no sabe
     y no sabe que en realidad no sabe

    alguien viene y te mata con dos o tres palabras
    y se come tus restos antes del funeral


    uno no sabe caminar
    uno resbala
    uno dice mentiras porque no hay verdad
    y uno -algunas de las veces- se cansa

a veces uno quiere decir por no decir
es decir que las cosas no se dicen
es decir que los labios atribuyen
otro significado al mismo ritmo

     uno a ratos
    a semanas
    a meses
    a carcajadas

a veces uno muere de no dar importancia
de dejar de mirar a las orillas y a las horas
de no poder mojar sus labios
ni sus sílabas

   a semejanzas
   a olvidos o silbidos
   a dentelladas grises
   a baratas


de suponer de más a veces uno muere
de construir adjetivos y clases
de encajonar la vida o las personas
como en un archivero

     uno puede también morir de perfección
    de exaltada quietud, de parsimonia
    puede morir de celo o bien de celos
    y no mirar la lluvia ni su rostro de los charcos

    uno muere de excesos de reloj -falta de tiempo-
    o se muere de prisa o de cansancio
    uno puede morir de amor -despacio-
    lo cual es válido
    si no empeñó el amor o lo vendió barato

     otras formas existen de la muerte
    uno puede morir todos los días
    -porque la muerte es vida y viceversa-
    de ver nacer el sol y ver morir la tarde
    de contemplar el vuelo de las aves
    o el de las nubes con sus caras mágicas

    morir ahogado en versos propios
    o en poemas ajenos -qué me importa-
    morir de sol, de tierra, de banqueta
    de metrallas de besos
    de soledades muertas entre abrazos


    hay otras muertes más

      y sin embargo

        usted puede morir de lo que quiera

                                  Fernando Rojas
                                  julio, 2006



sin papel     cómo   anoche vi la luz    grano

rocío     tus palabras    dime    carnes